El programa Head Start apoya la educación de los niños desde el nacimiento hasta los 5 años, e incluye servicios gratuitos de guardería, asistencia nutricional, exámenes médicos y recursos para mujeres embarazadas. El año pasado atendió a 42.997 personas en todo el estado de Nueva York, incluidas miles de familias sin hogar.
(Michael Appleton/Mayoral Photography Office)
Este artículo se publicó originalmente en inglés el 18 de julio. Traducido por Daniel Parra. Read the English version here.
El 10 de julio, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés) anunció un cambio de política en el programa federal Head Start que excluiría a los menores indocumentados.
La propuesta anularía una interpretación de la era Clinton de 1998 de la Ley de reconciliación de la responsabilidad personal y la oportunidad laboral (PRWORA por sus siglas en inglés). Esta permitía a ciertos niños sin estatus migratorio legal acceder a servicios que no se consideraban como “beneficios públicos federales”, y que formaban parte del programa educativo gubernamental de preparación escolar.
Se espera que las normas entren en vigor después de su publicación en el Registro Federal el 13 de agosto, tras un periodo de 30 días de comentarios públicos.
Estos cambios son parte de un conjunto de propuestas del presidente Donald Trump para dificultar el acceso de los inmigrantes a los servicios del gobierno, y se produce mientras su administración agrega requisitos más estrictos para la asistencia pública.
El HHS también enumeró otros programas financiados con fondos federales que ahora se considerarían “beneficios públicos” para excluir a los inmigrantes sin estatus legal, que según el secretario del HHS, Robert F. Kennedy, Jr. anteriormente “desviaban dólares de los impuestos de los estadounidenses trabajadores para incentivar la inmigración ilegal”.
Poco después del anuncio, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) demandó a la administración, mientras que los defensores condenaron el plan.
Si la nueva norma entrara en vigor, exigiría verificar la ciudadanía o el estatus migratorio de un niño antes de poder inscribirlo en un programa Head Start, lo que excluiría a los niños indocumentados en todo el país.
Head Start ofrece una variedad de servicios para apoyar la educación temprana de los niños desde el nacimiento hasta los 5 años de edad, incluyendo guardería gratuita, asistencia nutricional, exámenes de salud y recursos para las mujeres embarazadas.
Atiende principalmente a niños de familias con bajos ingresos, pero también a niños sin hogar, en hogares de acogida o que reciben asistencia pública. En el pasado, el programa también estaba disponible para residentes legales permanentes, niños a los que se había concedido asilo o estatuto de refugiado.
Según el análisis del impacto de la normativa del HHS, el Congreso destinó $12.270 millones de dólares a los programas Head Start Preescolar y Early Head Start en el año fiscal 2024, para atender a 718.947 niños y mujeres embarazadas en todo el país.
Si bien el HHS supervisa el programa, en su mayor parte lo gestionan entes locales. El Departamento de Escuelas Públicas (NYCPS por sus siglas en inglés) de la ciudad de Nueva York (anteriormente conocido como el Departamento de Educación) gestiona los programas Head Start en la ciudad, así como una red de proveedores que reciben financiación directamente del gobierno federal. City Limits contactó a los proveedores que reciben fondos federales, pero se negaron a hablar públicamente sobre el asunto, preocupados de poner en peligro su financiación.
La National Head Start Association (NHSA por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que representa al personal y las familias de Head Start, dice que Head Start financió 42.997 plazas del programa en el estado de Nueva York en el año fiscal 2024. El programa atendió a 3.807 familias locales sin hogar, pero ni los funcionarios ni los defensores saben cuántos podrían quedar excluidos del programa si los niños indocumentados se hacen inelegibles.
El NYCPS y la Oficina de Servicios para Niños y Familias del Estado de Nueva York (OCFS por sus siglas en inglés) dijeron a City Limits que no saben exactamente cuántos niños pueden perder la cobertura.
“Las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York no rastrean ni preguntan por el estado de inmigración o el país de origen de nuestros estudiantes”, dijo un portavoz de la alcaldía. “Estamos revisando este cambio y seguiremos vigilando la situación”.
Un portavoz de la OCFS dijo a través de correo electrónico que la agencia está “actualmente evaluando el impacto de la orientación emitida por el Departamento de Salud y Servicios Humanos”.
El análisis de impacto del HSS también reconoce que la cantidad de beneficiarios que excluiría “es inherentemente incierta, ya que esta información demográfica no se recoge actualmente”.
Según sus estimaciones, sin embargo, “aproximadamente 115.000 niños y familias de Head Start podrían verse afectados, o alrededor del 16 por ciento” de los inscritos en Head Start en todo el país durante el último año fiscal.
El subdirector de la NHSA, Tommy Sheridan, expresó su preocupación por la posibilidad de que esta política cree obstáculos para los niños y las familias, especialmente para los que carecen de hogar. “La presentación de documentación es un reto, y tenemos que ser conscientes de ello cuando estamos pensando en la verificación de esto”, dijo.
“También nos preocupa que exigirle a los programas Head Start que verifiquen el estatus [migratorio] cambie la relación que tenemos tanto con las familias como con la comunidad, y es algo que nos alejará de nuestro trabajo principal, que es garantizar que los niños estén preparados para la escuela y que las familias también estén preparadas para tener éxito en la vida”, añadió.
Nora Moran, directora de política y defensa de United Neighborhood Houses, que presta servicios de Head Start, dijo que los proveedores del programa y los administradores de la ciudad nunca han tenido que preguntar a los niños o a sus familias sobre su estatus migratorio como condición para la inscripción.
“Sabemos que hay familias con diversos estatus migratorios que inscriben a sus hijos en los programas Head Start, pero no podemos ofrecer un número preciso”, dijo Moran.
Agregó que el anuncio ha confundido a las organizaciones comunitarias que dirigen los programas Head Start. Anteriormente, dijeron los proveedores, su principal responsabilidad era identificar a las personas en la ciudad que cumplían con los criterios de elegibilidad del programa, y por décadas el gobierno había considerado a Head Start como un programa de educación temprana, en lugar de un beneficio público que excluiría a ciertos inmigrantes.
“United Neighborhood Houses condena el último intento de la administración federal de socavar nuestras comunidades”, declaró la directora ejecutiva de la organización, Susan Stamler. “Para ser claros: echar a los menores inmigrantes de los programas Head Start o a los adultos de los programas de educación y formación es tan insensato como cruel”.
Para ponerse en contacto con los reporteros de esta noticia, escriba a Daniel@citylimits.org. Para ponerse en contacto con la editora, escriba a Jeanmarie@citylimits.org.
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